Las marchas en todo Estados Unidos son las principales armas de los grupos que abogan por la reforma migratoria..
Reforma Migratoria: ¿Por Qué en el 86 Sí
y Ahora No?
Nadie Sabe Cuándo se Aprobará un Cambio en las Leyes de Inmigración
• Periodistas que cubrieron la reforma de 1986 opinan sobre las razones que permitieron aquel cambio, mientras que ahora no se ve la luz al final del túnel.
• Algunos ven la reforma del 86 como una medida preventiva de seguridad nacional que se tomó para evitar que el descontento social en Centroamérica se extendiera a México, y provocara un enorme éxodo hacia Estados Unidos.
• Muchos políticos no responden a las necesidades de los latinos porque éstos no salen a votar en cantidades suficientes.
(Nota.- Este artículo se publicó por primera vez en abril de 2014, pero su contenido tiene plena vigencia. Entre los entrevistados está el periodista José Luis Sierra, quién falleció en septiembre de ese mismo año).
JESUS HERNANDEZ CUELLAR
Durante una larga etapa, el Congreso de Estados Unidos, organizaciones comunitarias, líderes políticos y religiosos, amigos y enemigos, han sido protagonistas de un intenso debate acerca de la posibilidad de cambiar las leyes de inmigración, ante la presencia innegable de 11 millones de extranjeros sin documentos migratorios. En 1986 se aprobó una reforma a las leyes vigentes que permitió la legalización de unos tres millones de inmigrantes indocumentados. En la última década, repetir aquel proceso con éxito, ha sido poco menos que imposible. ¿Por qué aquella vez sí se pudo y ahora el mismo propósito se mantiene en el limbo?
En 1986, el mundo vivía los últimos años de la Guerra Fría y Estados Unidos se recuperaba de la cruenta confrontación bélica de Vietnam. Ronald Reagan, elegido presidente en 1980, se propuso cambiar el rumbo de la política interna y externa del país, con su lema de que "el gobierno no es la solución, el gobierno es el problema". Muy pronto tuvo que enfrentarse a un Congreso de oposición. América Latina vivía también los últimos días de varias dictaduras militares en el cono sur y sufría los embates de guerras civiles en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, en medio de varias crisis económicas, deuda externa y el sangriento poder de la primera generación visible de grandes capos de la droga. A principios del siglo XXI, la comunidad hispana ha llegado a 55 millones de personas en Estados Unidos, con 33 millones de ellas de origen mexicano; el país es gobernado por el primer presidente afroamericano y está saliendo de una peligrosa recesión prolongada por el estallido de una burbuja financiera en 2008, y de dos costosas guerras en Irak y Afganistán. Un vecino muy cercano, México, principal fuente de inmigrantes indocumentados, se desangra en una larga guerra contra el crimen organizado, con cerca de 60 mil muertos y otros 15 millones de habitantes que entraron en la pobreza en el último sexenio.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), México fue el único país de América Latina en que la pobreza aumentó en la última década. En 2013, el nivel de pobreza en los países latinoamericanos era de 27.9%, mientras que México padecía un penoso 37.1%. Se calcula que de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos, por lo menos ocho millones son latinos, y de éstos más de seis millones son mexicanos.
Otros tiempos, otros líderes
"Somos más hoy que en los 80, pero parece que nos hacemos sentir menos que entonces. Hace falta más pasión, más líderes que estén constantemente haciéndose escuchar, más lealtad con los amigos politicos que nos respaldan, más unidad, mejor entendimiento y manejo del proceso politico, y más paciencia", subraya el periodista Gerardo López, quien en 1986 era parte del cuerpo de editores del diario La Opinión de Los Angeles.
López admite que "los tiempos, las circunstancias, los líderes y las reglas de comportamiento político son diferentes" ahora, pero señala que "se puede recordar que en los 80, la lucha fue larga, seis años, hubo unidad, se respaldó a los líderes contra viento y marea, cosa que no se está haciendo ahora, y se presionó a los políticos en todas las formas posibles".
Para otro veterano del periodismo hispano de Estados Unidos, Osvaldo Villazón, actualmente productor de noticieros de la cadena Estrella TV, lo que falta en estos momentos se puede resumir en una sola palabra: "voluntad".
"La propuesta bipartidista de Simpson y Mazzoli había fracasado en el 85, pero la presión comunitaria, como la de ahora, de políticos y sobre todo de la Cámara de Comercio, hizo que el tema retornara a las negociaciones", puntualiza Villazón, que en aquella época era director de noticias de la cadena SIN, precursora de lo que hoy es Univisión, en la ciudad de San Francisco.
"Recordemos que la Cámara de Representantes, que decidía la situación, tenía la mayoría demócrata. Muy pocos representantes pensaban en que no iban a ser reelectos en sus distritos si apoyaban una amnistía. Es más, ni la palabra amnistía molestaba tanto; además, se hablaba de solamente tres o cuatro millones de indocumentados", agrega Villazón.
La palabra amnistía, al igual que la frase inmigrante ilegal, se transformaron desde el principio en verdaderos tabúes dentro del movimiento en favor de la legalización de indocumentados. Para sus miembros amnistía era sinónimo de que los inmigrantes eran delincuentes que debían ser perdonados. Y la palabra ilegal implicaba un delito. Para los críticos de la inmigración indocumentada, amnistía es precisamente eso, ya que para ellos ese tipo de inmigrantes se encuentra en el país sin autorización legal. En realidad, la ley actual establece que permanecer en Estados Unidos sin permiso migratorio es un delito federal de tipo civil, no criminal.
De acuerdo con el criterio de López, "otra diferencia con los 80, era el liderazgo en la Cámara de Representantes. Tip O’Neill era un líder de mayor temple, energía, autoridad y capacidad política".
López considera que "O’Neill ejercía disciplina y autoridad entre toda su bancada. Era un politico que hacía compromisos con sus adversarios y los hacía cumplir entre los miembros de su partido. Hoy, la extrema derecha republicana amordaza y no deja liderear ni hacer compromisos de ninguna especie".
"Con O’Neil, la Cámara de Representantes se regía por las normas de autoridad que otorga el escalafón: entre más años en el Congreso, mayor la autoridad e influencia del congresista. Hoy, algunos novatos del Tea Party en la Cámara, tienen más autoridad e influencia que congresistas más veteranos. Aquellos se guiaban por la línea y disciplina partidista; éstos obedecen sólo a los caprichos ideológicos", considera López.
Según Villazón, la capacidad del Congreso de escuchar los beneficios que produciría la legalización de indocumentados, era mayor en la década de los 80.
"Los estudios sobre una catástrofe en el campo agrícola hizo cambiar de idea a algunos. Todos escucharon la situación económica del país con indocumentados, y los problemas sin ellos. Eran simplemente otros legisladores con un poco más de criterio".
El rol que juega el racismo
De acuerdo con Villazón, "políticamente, le convenía a (Ronald) Reagan estar de acuerdo con los demócratas por varios factores que tenía en su contra. Había que suavizar los retos, incluyendo la posibilidad de juicios. Hoy, por el contrario, los republicanos están unidos con otra visión. El Tea Party y otros grupos ven a los indocumentados como enemigos del país, el racismo, quieran o no, domina muchas mentalidades."
Los congresistas latinos de los 80 tuvieron que luchar también contra el racismo. López recuerda aquella crisis de esta manera: "el congresista Edward Roybal me confirmó esto último en una de las salas de la Cámara de Representantes. “No te imaginas el tipo de comentarios racistas que me hacen algunos de mis colegas cada vez que hago uso de la palabra para tratar el tema migratorio”.
"El congresista Kika de la Garza, moreno de piel, decía a sus colegas en la Cámara que si él salía a pasear por las calles de Washington vestido con pantalón de mezclilla, botas y sombrero como lo hacía en su distrito de San Antonio, Texas, las autoridades lo detendrían por sospechar que era un indocumentado. Cosa que no sucedería a ninguno de sus colegas sajones", narra López.
Braceros mexicanos que trabajaron arduamente en los campos agrícolas de Estados Unidos mediante un programa que se desarrolló entre 1942 y 1964.
Contribuciones históricas y beneficios futuros
Desde la puesta en marcha del programa "braceros" en 1942, que duró dos décadas, el campo estadounidense quedó en manos de laboriosos trabajadores agrícolas mexicanos. La condiciones infrahumanas en las que trabajaban hizo que el propio gobierno de Estados Unidos cerrara el programa en 1964, cuando el funcionario del Departamento de Trabajo a cargo del mismo, Lee G. Williams, lo describió como "una esclavitud legalizada". No obstante muchos expertos han señalado que desde entonces, los campos norteamericanos se convirtieron en "los más productivos del planeta".
Diversas instituciones, independientes y oficiales, han presentado estudios sobre los beneficios que produciría la legalización de indocumentados, pero esos estudios no parecen ser suficientes para convencer a los críticos de la reforma.
"Ni los estudios económicos de beneficio al país los hace cambiar de opinión. Es uno de los grupos republicanos más radicales en la historia. Recordemos que el Congreso en los años 50, siendo de mentalidad conservadora, sancionó leyes en contra de la discriminación y la segregación estudiantil, además de la igualdad (que en el sur no la respetaran es otra cosa) … el Acta de Derechos Civiles en el 64, el derecho al voto en el 65… ¡Y en el siglo XXI nos topamos con un Congreso increíble!', se asombra Villazón.
"Lo que no calcularon fue que esos inmigrantes que legalizaron (en 1986) eran generaciones jóvenes, con un nivel de educación muy superior a la que estaban acostumbrados con los braceros, y que eventualmente competirían con los anglosajones en todas las arenas", manifestó otro veterano periodista, José Luis Sierra, que trabajaba en la mesa de asignaciones de la cadena MundoFox en el momento de esta entrevista y que cubrió la reforma de 1986 como reportero para el diario La Opinión, cuando era un inmigrante indocumentado más. Sierra falleció en septiembre de 2014.
En junio de 2013, el Senado de Estados Unidos, con mayoría demócrata, aprobó su proyecto de reforma migratoria, pero la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, la tiene congelada en las gavetas de sus escritorios. La Oficina Presupuestaria del Congreso tomó en sus manos el proyecto del Senado y calculó que si éste se convirtiera en ley, la nueva fuerza laboral inmigrante aumentaría el Producto Interno Bruto del país en 3.3% para 2023 y en 5.4% para 2033, lo cual se traduciría en las astronómicas cifras de 700 mil millones de dólares y un billón 400 mil millones de dólares, respectivamente. Según este cálculo, las industrias que más se beneficiarían serían las de tecnología, turismo, servicios, agricultura y construcción.
"El país debe escuchar más las voces y las historias de inmigrantes que contribuyen a la grandeza de la nación. Esas historias deben convertirse en el argumento más fuerte en favor de una reforma migratoria integral. Deben ser como aguas caudalosas que lleven el barco al puerto deseado", enfatizó Gerardo López.
Además, es preciso recordar que los seis últimos presidentes de Estados Unidos, los demócratas Jimmy Carter, Bill Clinton y Barack Obama y los republicanos Ronald Reagan, George Bush padre y George Bush hijo, han respaldado las reformas migratorias de sus respectivas épocas. Los que permanecen vivos también respaldan la reforma pendiente.
Pero los críticos de este proyecto legislativo, especialmente los que se oponen a la legalización, también tienen sus argumentos. De acuerdo con la organización FAIR, los casi 12 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos costaron al país solo en 2009, más de 84 mil 600 millones de dólares, con la educación pública primaria en primer lugar, renglón que acaparó más de 40 mil millones de dólares. Inmediatamente después, están los gastos médicos pagados por Medicaid, seguro público para personas de bajos recursos, con una cantidad que superó los ocho mil 500 millones de dólares, según esta agrupación.
La seguridad nacional y el tráfico de indocumentados
La seguridad nacional podría haber sido un factor importante durante la Guerra Fría, en lo que se refiere a la aprobación de la reforma del 86. El veterano reportero Sierra, destacó este punto.
"En mi opinion (la reforma del 86), fue una medida preventiva para evitar que el descontento social de Centroamérica se extendiera a México y desatara, ya no una diáspora, sino un verdadero éxodo", señala.
Fue precisamente en la década de los 80 que se recrudecieron las olas migratorias desde América Latina hacia suelo estadounidense.
"Estados Unidos y en este caso, los republicanos que en ese tiempo estaban en el poder, se dieron cuenta que por un lado tenían que controlar el trasiego masivo de indocumentados, y por cuestiones de seguridad nacional, sofocar los movimientos sociales de México y sobre todo Centroamérica", subrayó el reportero que había llegado a Estados Unidos como indocumentado poco antes de la reforma del 86.
"Tenían por lo menos que crear un registro de los millones de indocumentados que se pasaban e incluso se daban el lujo de ir de vacaciones en Navidad, y volver a sus empleos y estar a tiempo en sus puestos de trabajo el lunes por la mañana", recordó Sierra.
En esa época, la ley no prohibía a los empleadores contratar a inmigrantes indocumentados. Fue a partir de la reforma de aquel momento que las empresas quedaron sujetas a fuertes multas si empleaban a personas sin un permiso de trabajo.
Pero la seguridad nacional, también ha sido en esta época un argumento de los grupos que se oponen a la reforma. Entre los instrumentos más útiles para ellos están informes oficiales procedentes de Washington, acerca de la penetración de los principales cárteles mexicanos de la droga en Estados Unidos. Según el Departamento de Justicia, en este país hay 30 mil pandillas con 760 mil miembros en dos mil 500 comunidades a lo largo y ancho del territorio nacional. El condado de Los Angeles, por ejemplo, es una región considerada la capital de las pandillas, con aproximadamente 120 mil pandilleros. Las autoridades federales señalan que el crimen organizado mexicano está utilizando a esas pandillas como sucursales para la venta de drogas en cientos de ciudades del país.
El grupo Citizens for Laws, que también se opone a la legalización de indocumentados, señala que "aproximadamente 400 mil inmigrantes ilegales que han cometido crímenes y tienen órdenes de deportación, se encuentran prófugos dentro de Estados Unidos, y se desconoce su paradero". De acuerdo con este grupo, más de 72 mil extranjeros son arrestados cada año en Estados Unidos por "delitos relacionados con drogas".
Muchos estadounidenses temen que el crimen organizado tome por asalto sus comunidades, si aumenta el número de extranjeros en el país. Una encuesta de la firma Gallup, realizada en febrero de 2014, revela un interés igual entre los norteamericanos a la hora de otorgar mayor seguridad a la frontera y en encontrar una forma para resolver la situación de los 11 millones de indocumentados que viven en el país. El resultado fue de 44% interesado en que se desarrolle un plan para los inmigrantes no autorizados que ya están en el país, mientras que 43% dijo que era "extremadamente importante" detener el flujo migratorio con mayor protección fronteriza.
Mucha gente, pocos votos
En 2012, Barack Obama consiguió su reelección con el 71% del voto hispano, frente al 27% de su oponente, el republicano Mitt Romney. El mandatario emitió órdenes ejecutivas para proporcionar alivio a famlias inmigrantes, primero con el programa D.A.C.A., para jóvenes que llegaron a este país cuando eran niños, y luego con el programa D.A.P.A., para legalizar al menos temporalmente a las familias de esos jóvenes y de otros que nacieron en Estados Unidos. Sin embargo, ambos proyectos se encuentran estancados en los tribunales, luego de una demanda en su contra entablada por 26 estados de la nación, encabezados por Texas.
Por otra parte, Obama ha recibido numerosas críticas por el hecho de que más dos millones de inmigrantes han sido deportados a sus países en sus años de gobierno. Pero muchos conocedores de la política norteamericana, indican que la fuerza del voto hispano no es lo bastante fuerte como para cambiar grandes temas. Según el Centro Hispano Pew, en 2012 el voto latino representó el 10% del total. Actualmente, hay 28 millones de hispanos con derecho al voto en Estados Unidos.
"Y es que por más que muchos latinos alardéen sobre el crecimiento de la comunidad latina y el cada vez más númeroso grupo de votantes latinos, muchos politicos, habilidosos contadores, seguirán sin responder a las necesidades de los latinos porque éstos siguen sin salir a votar en cantidades suficientes", observa López, quien se mantuvo en La Opinión por más de dos décadas después de la reforma del 86, y trabajó posteriormente en la mesa de asignaciones de las cadenas televisivas Univisión y MundoFox.
(Hernández Cuéllar, autor de este reportaje y director de Contacto Magazine,
revista que fundó en julio de 1994 en Los Angeles, California, participó en la cobertura de la reforma migratoria de 1986 como editor de la edición de Los Angeles del diario nacional Noticias del Mundo. Desde 1981 ha
trabajado en todo tipo de medios: agencias de prensa, diarios, radio, televisión, semanarios, internet, revistas y redes sociales. Fue redactor de la agencia EFE en Cuba,
Costa Rica y Estados Unidos, así como editor metropolitano
del diario La Opinión de Los Angeles, California, e instructor de periodismo
de la Universidad de California en Los Angeles, UCLA --- Biografía).
Para enviar un mensaje a ContactoMagazine.com
Más sobre Inmigración y Reforma Migratoria
Tecnología - Computadoras, Internet, Móviles, Tabletas y Más ...
Música, Cine, Festivales y Eventos Especiales
© Contacto Magazine
Venezuela y Cuba en la Encrucijada
Con un modelo económico, político y social agotado casi una década antes de que Hugo Chávez fuera elegido presidente de Venezuela en 1998, el actual gobierno de Nicolás Maduro tiene ante sí enormes desafíos que no se podrán superar con discursos incendiarios, censuras, procesos judiciales amañados, ni consejos de los asesores de la dictadura cubana, la más larga, represiva e inútil que haya tenido el Hemisferio Occidental.
¿Por Qué Hay Tantos Hispanos en EE.UU.?
Lejos están los días en que el gobernador de
Puerto Rico, Juan Ponce de León, arribó en 1513 a los alrededores
de lo que más tarde sería la ciudad de San Agustín,
en el estado norteamericano de Florida. Su viaje fue el preludio de una fuerte
presencia hispana en el suroeste de Estados Unidos, y finalmente en todo
el territorio estadounidense. Más cerca están las olas migratorias
latinoamericanas que hoy día pueblan este país desde Los Angeles,
San Diego y San José hasta Miami, Dallas, Chicago y Nueva York. Estas últimas
obligan a formular una pregunta importante: ¿por qué hay 52
millones de hispanos en Estados Unidos? Nación poderosa y rica, Estados
Unidos es una especie de síntesis del cielo y del infierno...
Las Olas Migratorias a Estados Unidos
JESUS HERNANDEZ CUELLAR
Desde la fundación de la misión católica
Nombre de Dios, en San Agustín, Florida, en 1565, y la llegada de los
llamados Peregrinos en 1620 hasta nuestros días, Estados Unidos ha experimentado
olas migratorias sucesivas que han fortalecido el concepto de que éste
es un país de inmigrantes.
Los
Hispanos se Triplicarán
hacia 2050 en EE.UU.
Hacia mediados de este siglo XXI, la población blanca de Estados
Unidos ya no será mayoría en esta nación, según
la Oficina del Censo del gobierno norteamericano. El cambio se producirá antes
de lo anticipacido, dicen las autoridades, y la población hispana
se triplicará.
La
Comunidad Mexicana
en Estados Unidos
Luz María Escamilla llegó a
Estados Unidos en 1980 con siete meses de embarazo de su segunda hija.
Es originaria de Guanajuato, México, y antes de venir había
estudiado un año administración de empresas en la Universidad
de Michoacán.
Presencia
Centroamericana
Los últimos años de la Guerra Fría atraparon en
fuego cruzado a muchos países del mundo. América Central,
con la equilibrada excepción de Costa Rica, fue igualmente presa
de aquella confrontación que protagonizaban por un lado Estados
Unidos, democrático y capitalista, y por el otro la Unión
Soviética, dictatorial y comunista.
Cubanos
en Estados Unidos
Cuando Roberto Goizueta fue nombrado presidente
y director ejecutivo de la Coca-Cola en 1981, los cubanos radicados en
Estados Unidos lo asumieron como un símbolo del éxito empresarial
de su comunidad, en el país más poderoso del mundo.
Colombianos
en Estados Unidos
Shakira, Juanes, Kike Santander, Sofia Vergara, Patricia Janiot y Más
Hijo de un asesor importante de la Organización de Estados
Americanos (OEA) y nieto de un embajador de Colombia en Estados Unidos, Dan
Restrepo pensó que el peso de sus ancestros no le permitía
mucho margen para abrirse paso en la carrera política. No fue así.
Hoy día es el director para asuntos del Hemisferio Occidental del
Consejo de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama y asesor especial
del mandatario estadounidense.
Eva
Mendes, Más de una Década en Hollywood
La actriz cubanoamericana Eva Mendes es hoy día una de las intérpretes más populares del cine de Hollwyood. Entre sus filmes más conocidos están 2 Fast 2 Furious, Hitch, Training Day, We Own the Night and The Spirit. De padres cubanos, Mendes nació en Miami, Florida, el 5 de marzo de 1974, pero creció en Los Angeles.